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:: Música de la República Dominicana
















Por Fernando Casado
La República Dominicana, lo que es hoy el país de los dominicanos, se inserta en la historia de los demás pueblos del Universo, a partir del descubrimiento de América. La civilización europea entra al Nuevo Mundo por
Santo Domingo, como hubo de llamársele por su histórica ciudad, y desde allí parten los grandes nombres de la conquista a repartir la historia de lo que es hoy.
Los
nucleamientos aborígenes que habitaban la isla, que Cristóbal Colón llamó Hispaniola eran los más importantes y adelantados en aquella civilización, en ciernes que componían las que fueron llamadas Las Antillas.

Baile típico enlas ruinas de San Francisco
Sobre esta plataforma propicia, el interés y esfuerzo de La España, integran la primera sociedad del nuevo continente descubierto y a la asimilación de los esclavos negros se conforma una conjugación de culturas cuyas primeras expresiones, cumplidos los procesos de síntesis en el tiempo, alumbran en Santo Domingo, las nacientes notaciones de una cultura diferente, ya no española, aborigen o africana, sino de características particulares :La cultura criolla… Dominicana.
Este proceso no se produjo en el resto de las Antillas, donde las segmentaciones raciales impidieron una mezcla temprana, retardando el encuentro con lo que debían ser las expresiones de auténtica factura local de cada pueblo.
Nuestros aborígenes, que no conocían la escritura, expresaban su historia, sus rituales religiosos o sus festividades con cantos que llamaban Areítos, esto plantea disposiciones a la memorización y habilidades a la vocalización y baile cuya integración a la cultura española, de riqueza y elegancia histórica rotunda y a la fuerza rítmica y telúrica de las africanías, devino en lo que es hoy el cuadro multicolor de la cultura musical dominicana.

Perico Ripiao y bailarines en las ruinas de San Francisco
La gloria de ser el primer pueblo que logra sintetizar una expresión eminentemente criolla en el Nuevo Mundo, pertenece a los dominicanos.
Las hermanas Teodora y Micaela Ginez, de Santiago de los Caballeros, pueblo de espléndidos creadores, en el corazón del Cibao, que tanto oro y riqueza dio a las Españas; negras, esclavas, tocadoras de Bandola y Vihuela, con músicos e instrumentas de las Europas, lo que confirma el abrazo de culturas, establecen en edad tan temprana en estas mundos, 1580, un nuevo ritmo, creado y cultivado en el vientre dominicano, y lo insertan en el fértil espíritu del pueblo cubano, cuando emigran hacia Santiago de Cuba y llevan en su equipaje el naciente
ritmo del Son, que los cubanos virtualmente han hecho suyo y han convertido en expresión espléndida de su gran espíritu creador.
"El Son de la Ma. Teodora", la expresión que la tradición ha conservado de aquellos tiempos, no marca solamente el nacimiento del Son, sino el punto de partida en este nuevo mundo de la música popular como expresión criolla creada por los dominicanos, que eslabona en esa secuencia al canto cubano y evidencia la espléndida riqueza y las disposiciones naturales de un pueblo musicalmente creador, como sigue siendo el alma y la gente del hermoso país dominicano.

La güira
Las experiencias creadoras de los dominicanos no se remiten solamente al campo de lo musical, los cronistas recogen con propiedad lo que fue todo un proceso de transformación y adaptaciones de instrumentos heredados de culturas integradas, como el cuatro y el tres en el caso de instrumentos de cuerdas, la incorporación de la tambora, aporte de la cultura africana y del güiro, instrumento de los aborígenes, variedad de calabazo rayado, para citar algunos ejemplos.

Campesino dominicanotocando la Tambora
Ninguno de los pueblos antillanos conoció la tambora y su golpe ancestral es privilegio del conocimiento sólo de los dominicanos.
La tambora se debe a su peculiar sonido a que de un lado tiene piel de chivo viejo templada con ron criollo y del otro, piel de chiva joven que no haya parido.
Comienzan a establecerse las diversas nociones musicales, que vinieron madurando en el proceso del tiempo en el alma dominicana con fuerza de auténtica y definitiva identidad. La música que representaba la nación dominicana.
Bolero
Las primeras alusiones a un bolero que se va distanciando del baile español, aparecen en 1809, en los escritos de William Walton; luego en 1856, el periódico "El Eco del Pueblo" publica con el seudónimo "Presago", unos versos donde habla clara y rotundamente de la presencia del bolero en Santo Domingo :
De el Ozama la corrienteun ligero barco hendíay reinaba la alegríaa su bordo entre la gente.En la popa de la naveun gallardo marinerocantaba alegre un bolero.
Es claro que ese bolero no tiene ataduras coreográficas con el bolero español, las ha rebasado. Ninguna de las demás Antillas tenían en ese momento un bolero con esas características. Un bolero sólo para ser cantado. El bolero cubano aparece unos 30 años más tarde.
Carabiné
Ritmo heredado de la cultura europea y modificado en la variante criolla.
Criolla

Baile del merengue
Media-Tuna ya está presente cuando aparecen en el ambiente dominicano las Barcarolas. De ritmo muy cercano a la Criolla, parecen ir aproximándose y fundiéndose, sobre todo por el hecho de que una es la expresión romántica del campo, la Media-Tuna y la Criolla, cuyo antecedente es la Barcarola, la expresión romántica de la bohemia citadina. Inicialmente aparecieron las Barcarolas criollas, que finalmente determinaron el género, todavía presente, de la romántica criolla. Al igual que otros ritmos creados por los dominicanos, este género también se diseminó por casi toda el área del Caribe.
La Salve
Llega con la conquista como ritual religioso, que luego pasa a las manos del pueblo. Se convierte en el proceso, en expresión religioso popular y finalmente en música popular, sin perder su esencia religiosa.
Mangulina
Antigua expresión de la música dominicana, su ritmo lleno de vivacidad y gracia parece derivarse del zapateado español.
Merengue

Baile típico enlas ruinas de San Francisco
El Merengue sintetiza el alma musical dominicana. Es la expresión integrada de nuestras culturas ancestrales, donde lo aborigen, expresado en el güiro; lo africano, en la tambora y lo europeo, expresado en el acordeón, introducido por los comerciantes alemanes a fines del siglo pasado, sustituyendo el cuatro y adaptado con genialidad por nuestros músicos folklóricos, determinan un gráfico abrazo, una viva y rotunda síntesis de nuestras esencias culturales.
Pambiche
Variante más lenta del merengue, afectando el golpe de la segunda tambora, creado por nuestros músicos en el segundo decenio del siglo para adecuar las deficiencias y adaptación de los bailadores no dominicanos.
Sarambo
Comprendido este ritmo entre modalidades coreográficas como el guarapo, la yuca, el callao, todas variantes del zapateo español, lo que confiesa su herencia antigua, sus expresiones cantadas han llegado hasta nuestros días, situándola en el repertorio de la música popular de hoy