sábado

:: Flora de Venezuela


thtp://www.pdvsa.com/lexico//venezuela/flora.htm,

:: Fáuna de Venezuela

FAUNA
La Fauna Venezolana es sorprendente y muy atractiva, por su curiosa variedad y abundancia ; se ha dicho que Venezuela tiene más especies diferentes de pájaros salvajes que pueden ser encontrados en toda América del Norte y Europa combinados!. Un alto porcentaje de estas especies están aquí en Mérida, y todos los que han visitado el llano y las selvas hasta llegar al orinoco y amazonas se quedaban maravillado y disfrutan de este pequeño edén. Los animales encontrados en esta zona venezolana algunos son de tipo local muchos de ellos habitan en zonas más o menos limitadas . Otros no existen fuera de Venezuela . Algunos que presentan gran adaptabilidad al medio ambiente pueden vivir en casi cualquier ambiente, pero otros requieren condiciones especiales, como altas montañas, selvas húmedas y caliente, profundos pantanos, ríos, lagunas, agua dulce, o salada, la existencia de un tipo determinado de alimento. Al ser muy variado el trópico, permite la existencia de diversos animales las cuales están clasificados en fauna de montaña o andina, costanera, llanera, meridional y el amazona. Las mariposas abundan en los páramos, las montañas y jardines. Las hay azules, blancas, celeste, rojas, moradas, amarillas, y algunas bien matizadas, son bellas. En los Andes, sobre los picos más elevados vuelan el Cóndor y el Águila Copete, ambos en vía de extinción. En las laderas se encuentran el gallito de las nieves, la gallina azul y la de cuero, varios paujíes, pavas de monte, patos y aunque es poco sabido el famoso quetzal centroamericano; el Guácharo es la única ave que de modo semejante se orienta en la oscuridad de las cavernas más profundas, como el murciélago, aunque las urracas también viven en esta zona. Algunos de otros animales que habitan son: el zorro, el oso frontino, la lapa andina, el puerco espín, la musaraña, puma, lechuzas del valle y de zonas montañosas, armadillo, garza de los lagos, iguana, onza, el cachicamo de los Andes, ranas, venaditos, zorras, conejos del páramo, patos silvestres, peces, como la trucha natural de la región y otra variedad de truchas importada la cuál son muy apreciadas; entre los reptiles tenemos: la coral mantona, la temible mapanare, la tigra mariposa, el tiquí que se alimenta de otras serpientes, tarántulas pollera mata caballo, la falsa coral andina algunas culebras jardineras tierreras, etc.

:: Islas de Margarita


Isla de Margarita, donde todavía encontrará playas vírgenes, cierre sus ojos y sienta la brisa del mar, los aromas tropicales y la calidez del sol y su gente...

Margarita OnlineVersión en Español

:: Carlos Raúl Villanueva





























Biografía: Arquitecto venezolano considerado como el maestro de la arquitectura moderna venezolana. Debido al cargo de su padre, ingeniero civil que se dedicó a ocupar cargos diplomáticos en Europa, nació en Londres y realizó sus estudios de educación media en Francia, graduándose como Arquitecto de la Ecole des Beaux-Arts, bajo la dirección de Gabriel Héraud en 1928. Al comienzo de su carrera, sus diseños estuvieron cargados de un carácter ecléctico producto de su educación académica y de las condiciones culturales que imperaban en el país. Sus obras de este período fueron el hotel Jardín (1929) y la Plaza de Toros (1933) en Maracay, y el Museo de Bellas Artes en Caracas (1935). Más tarde comenzó una etapa de diseños con estilo neocolonial que se pone en evidencia en 1937, cuando junto a Luis Malausena, realiza los planos del pabellón venezolano que participó en la Exposición Universal de París. Pertenece también a este estilo la Embajada de Perú en el Country Club de Caracas. Fue en 1939, cuando comienzó a desarrollar el estilo que le dio nombre a nivel internacional: el diseño moderno. La construcción de la escuela Gran Colombia (1939) fue el punto de comienzo de esta corriente con la incorporación a la obra de espacios verdes. En 1941 Villanueva gana el concurso para la reurbanización de El Silencio (1944). Estos bloques incorporaron el uso comercial de la planta baja, práctica que no era usual para la época. Sin duda su reto mayor fue la construcción de la Universidad Central (1944-1960), ejemplo de la arquitectura moderna en el continente americano. Los dos edificios más importantes lo constituyen el Aula Magna y la Biblioteca Central, los cuales están unidos por una plaza cubierta. Para la creación del Aula Magna, Villanueva contó con la colaboración del escultor norteamericano Alexander Calder, quien diseñó -Las nubes- ubicadas en el techo de este auditorio y que cumplen una función acústica. En sus siguientes edificios seguiría incorporando obras de reconocidos pintores y escultores en los espacios públicos. Ya como director de la oficina de proyectos del Banco Obrero, se orientó hacia la creación de bloques que sirvieran de vivienda de uso colectivo, como son el caso de la unidad residencial Paraíso y el 23 de Enero (originalmente llamado 2 de Diciembre). El complejo que conforma la Ciudad Universitaria está considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Murió en la ciudad de Caracas el 16 de Agosto de 1975. © epdlp

miércoles

:: Universidad de Caracas


El origen de la Universidad Central de Venezuela se remonta a la fundación de la Real y Pontificia Universidad de Caracas por decreto del Rey de España, Felipe V, en 1721. Esta tenía como sede el Seminario de Santa Rosa de Lima, situado en la Plaza Mayor de la ciudad de Santiago de León de Caracas. En 1827 Simón Bolívar promulgó los nuevos Estatutos Republicanos para la Universidad, y en 1856 ésta se independizó del Seminario, al trasladar sus dependencias al viejo edificio que había ocupado en tiempos de la Colonia el Convento de San Francisco, situado a dos cuadras hacia el sudoeste de la Plaza Bolívar.



Durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, hacia finales del siglo XIX, la fachada de la antigua Universidad fue reformada y a principios del siglo XX, se decretaron nuevas obras en la parte sudoeste para alojar otras dependencias. Sin embargo, pronto el edificio resultó insuficiente para el crecimiento que venía teniendo la Institución. Varias escuelas, incluyendo la de Medicina, estaban fuera del antiguo convento, dispersas en casas situadas en diversos puntos de la ciudad. El acelerado incremento en el número de la población estudiantil, el problema de la dispersión de sus dependencias y sus consecuencias en la fragmentación de su funcionamiento hicieron concretar finalmente, pese a las resistencias y fuertes criticas, la proposición de concentrar todas las dependencias universitarias en un nuevo y único recinto, situado hacia las afueras de Caracas. Se sustituye así a la Universidad latina localizada en el centro urbano, por el modelo del campus de las universidades anglosajonas, especialmente las estadounidenses, que concentran en una sola sede todas sus funciones. Más importante aún, la nueva sede universitaria supondría también la modernización de la institución misma. Las universidades que se crearon durante estos años en América Latina correspondieron a la idea de nuevos centros de estudios, científicos y democráticos, donde las actividades estuviesen concentradas y alejadas del bullicio y de la distracción de los centros urbanos.



En 1942 comenzaron los estudios para la nueva Ciudad Universitaria de Caracas y para su principal elemento ordenador, el Hospital Clínico Universitario. La Facultad de Medicina y sus servicios hospitalarios serían el centro alrededor del cual organizar, en principio, la nueva Universidad. Habiéndose considerado diferentes localidades, se escogieron los terrenos de la histórica Hacienda Ibarra, situada en el valle comprendido entre las colinas al Sur del Parque Los Caobos y los ríos Valle y Guaire, por considerar que reunía ésta las mejores condiciones topográficas y una futura localización como centro geográfico de la ciudad. El 2 de octubre de 1943 el gobierno del Presidente Isaías Medina Angarita estableció por decreto la creación del Instituto Autónomo de la Ciudad Universitaria (ICU), adscrito al Ministerio de Obras Públicas. Su finalidad era llevar a cabo las distintas obras que integrarían la nueva Ciudad Universitaria

Al año siguiente el Instituto de la Ciudad Universitaria envió una comisión en la cual participaba el arquitecto Carlos Raúl Villanueva, como representante del Ministerio de Obras Públicas, para visitar la Ciudad Universitaria de Bogotá, con el fin de hacer un estudio crítico y elaborar un informe con las mejores recomendaciones para el nuevo proyecto universitario. La observación del conjunto de Bogotá, caracterizado por la heterogeneidad de las obras y la falta de coordinación en el proyecto general condujo a la decisión de que "los edificios deben tener un solo conjunto arquitectónico, lo que obliga a que un solo arquitecto planee o vigile la arquitectura de todos ellos".

Es así como desde los primeros proyectos Carlos Raúl Villanueva se entrega a la tarea de concebir todo el conjunto universitario, recurriendo a una composición académica propia de su formación en la Escuela de Bellas Artes de París. En el primer plano, fechado en 1943, un eje principal parte de la zona médica, origen de toda la composición y ubicada al oeste, dirigiéndose hacia el este con los edificios del Rectorado, Aula Magna y Biblioteca Central en el centro; frente a estos se ubican las diferentes facultades, las viviendas y áreas de servicios hasta llegar finalmente a la zona de deportes con unos grandes estadios. Al norte del conjunto se ubica el Jardín Botánico. La Escuela Técnica Industrial, a pesar que en un principio era autónoma a la universidad, se incorporó en el plano de conjunto inicial. Desde el principio el urbanismo contemplaba la presencia del automóvil, por medio de una sucesión de calles curvas, y de caminerías peatonales que conectaban a los diferentes grupos de edificaciones siempre a lo largo de los jardines.

Los sucesivos planos de conjunto mantuvieron los criterios académicos del primero, pero con una mayor complejidad y elaboración tanto en el conjunto urbanístico como en las edificaciones. Hacia el este continua como elemento de remate, el Estadio Olímpico, que mantendrá siempre esta ubicación a pesar de los cambios posteriores. En 1944 se inició la construcción del urbanismo de la Ciudad Universitaria y se contrató la construcción de los edificios de Medicina, comenzando, en enero de 1945, con las fundaciones del Instituto Anatomo-Patológico (1945-1952).

La Escuela Técnica Industrial (1946-1952), comenzada a construir en 1946 y siendo reubicada de su posición original hacia el sudoeste, va a significar cambios interesantes en la concepción arquitectónica de la obra global. En este grupo de edificaciones Villanueva abandona la simetría de Medicina. Los edificios comenzarán a estar separados en funciones y concebidos de acuerdo a criterios formales provenientes de las primeras composiciones modernas de la vanguardia europea. Así mismo, elementos como los pilotis, los brise-soleils y las ventanas en bandas continuas delatan la introducción de la primera modernidad. Pero también hace presencia aquí la preocupación de Villanueva por el lugar y por el clima: Una falta de cohesión lamentable entre las células espaciales desconectadas hubiera surgido aquí si la acera cubierta no hubiera hecho su primera aparición sudamericana. (Sibyl Moholy-Nagy, pp.37-38.)

Los edificios para las Residencias Estudiantiles (1948-52), proyectados también a finales de los años cuarenta constituyen parte de un momento importante en el desarrollo y en los cambios progresivos que expresa el conjunto de la Ciudad Universitaria de Caracas. Corresponden así mismo a la etapa de transición entre las características académicas de los primeros proyectos y la plena modernidad de los siguientes. Los edificios para las Residencias se refieren a la introducción de los modelos para vivienda desarrollados en Europa después de la I Guerra Mundial. Bloques horizontales, de pocos pisos, separados entre sí, con jardines y espacios abiertos alrededor, cuyos balcones abiertos dan vista hacia el exterior y que en este caso sirven también como protectores solares.

El plano de 1949 evidencia los primeros cambios importantes del conjunto. El pasillo cubierto trazado en sentido norte-sur, que separa los edificios de la zona de Medicina y los de la zona del Centro Directivo-Cultural (Rectorado, Aula Magna, Biblioteca Central, Plaza Cubierta) parece distinguir también dos momentos históricos en la arquitectura de la Ciudad Universitaria. Todavía el proyecto para la zona del Centro Directivo-Cultural es simétrico con respecto al eje principal de todo el conjunto, pero es aquí donde se inicia el cambio hacia la adopción de unos criterios urbanos radicalmente diferentes. Los proyectos para los Estadios Deportivos (1949-1951), comenzados este mismo año, junto con la evolución de los Pasillos Cubiertos (1951-1956), constituyen así mismo el inicio del sobresaliente desarrollo de las estructuras de concreto armado llevado a cabo por Villanueva, especialmente en esta obra.

El cambio más radical se presenta en el proyecto definitivo para el Centro Directivo-Cultural: "centro espiritual y núcleo activo de todas las manifestaciones culturales tanto de la Universidad como de la capital", como lo señalara el propio Villanueva. Los proyectos de las diferentes edificaciones de esta zona fueron comenzados en 1952, con el propósito inicial de servir como sede de la X Conferencia Interamericana de Cancilleres de 1954, por lo que fueron terminados e inaugurados el 2 de diciembre de 1953 por el Presidente Marcos Pérez Jiménez. Estos proyectos revelan el paso de Villanueva de su primera modernidad a una arquitectura plenamente moderna, siendo este el momento supremo de los valores y las cualidades de toda la obra.

Frente a la rigurosidad axial de la zona de Medicina, los edificios del Centro Directivo-Cultural inauguran lo que será, a partir de entonces, la concepción orgánica desarrollada por Villanueva en el resto del conjunto. El dinamismo logrado con la disposición asimétrica de las edificaciones; la audacia de las formas y de las estructuras de concreto a la vista concebidas como esculturas; la creación de un espacio interno complejo, abierto, fluido e integrado al exterior y a la vez protegido de la luz y del calor por el techo de la Plaza Cubierta y por las numerosas celosías de concreto; el protagonismo de ese mismo espacio proyectado para ser disfrutado en su recorrido, introduciendo la cuarta dimensión espacio-temporal; la Integración de las Artes en su creación, con los murales, esculturas y vitrales que la integran, que junto con el alcance de la verdadera Síntesis de las Artes en el interior del Aula Magna (1952-1954) con los elementos acústicos de Alexander Calder, constituyen la obra maestra de la Ciudad Universitaria de Caracas y el paso hacia la madurez de Villanueva en sus desarrollos posteriores.






Durante esta etapa desarrolla también los edificios del conjunto de la Facultad de Ingeniería (1949-1967), comenzados a finales de los cuarenta. Concebidos en su mayoría como cuerpos bajos, muy sencillos, destinados a servir como lugares de trabajo y estudio, con laboratorios y aulas, constituyen parte del tejido que va formando el conjunto de la Ciudad Universitaria. Siendo edificaciones eminentemente funcionales, Villanueva no deja de crear en ellas atractivos espacios y recorridos, pasillos cubiertos que unen a los edificios entre sí y auditorios que emergen como volúmenes prismáticos a modo de esculturas, siendo la Biblioteca de la Escuela Básica de Ingeniería (1949-1950), la pieza más destacada del conjunto.

Los comienzos de la década de los cincuenta corresponden al desarrollo de las edificaciones de la Facultad de Humanidades (1954-1956). Este conjunto, conformado también por edificios bajos, de dos plantas, es un entramado donde los espacios internos y los patios abiertos se integran completamente. Las circulaciones son corredores que viven hacia los espacios interiores y exteriores. Las aulas se abren también completamente hacia fuera con amplias protecciones solares, logrando aquí una de las mejores interpretaciones modernas del patio y el corredor tradicional de la época de la colonial, materializando una arquitectura perfectamente adecuada a las condiciones climáticas venezolanas. Como en casi todas las zonas funcionales que integran el campus, aquí la biblioteca y el auditorio son piezas destacadas, de un gran valor formal y espacial. Los comienzos de la década de los cincuenta corresponden al desarrollo de las edificaciones de la Facultad de Humanidades (1954-1956). Este conjunto, conformado también por edificios bajos, de dos plantas, es un entramado donde los espacios internos y los patios abiertos se integran completamente. Las circulaciones son corredores que viven hacia los espacios interiores y exteriores. Las aulas se abren también completamente hacia fuera con amplias protecciones solares, logrando aquí una de las mejores interpretaciones modernas del patio y el corredor tradicional de la época de la colonial, materializando una arquitectura perfectamente adecuada a las condiciones climáticas venezolanas. Como en casi todas las zonas funcionales que integran el campus, aquí la biblioteca y el auditorio son piezas destacadas, de un gran valor formal y espacial.






El proyecto para la Facultad de Arquitectura (1954-1956), iniciado en 1954, es otro momento clave en el desarrollo de la Ciudad Universitaria de Caracas. Villanueva reúne en este edificio, particularmente importante para él por la función a la que estaría destinado, el desarrollo de los cuerpos bajos complejos y variados, con la torre elevada y prismática que había realizado ya para la Biblioteca Central. Este edificio inaugura una etapa en la que Villanueva va a ir concentrando las aulas en torres altas y elevadas del suelo, articuladas a cuerpos bajos destinados a auditorios y bibliotecas, y siempre conectadas al exterior mediante las plantas bajas abiertas y los corredores techados. Así sucedió con las subsiguientes Facultades de Farmacia (1956-1957), de Odontología (1955-1956) y de Ciencias Económicas y Sociales (1967-1979), esta última diseñada en colaboración con Gorka Dorronsoro y Juan Pedro Posani, pero solo construida después de su muerte. De este período destaca así mismo la integración de las artes desarrollada plenamente en los espacios interiores de Arquitectura, junto a las policromías de las fachadas del edificio de Arquitectura, Farmacia y Odontología.



Este conjunto de edificaciones diferentes entre sí, no solamente por la función a la cual están destinadas, sino al carácter que deben transmitir, unidas por medio de la gran variedad de Pasillos Cubiertos y plenamente integradas con los jardines y con las obras de arte, constituye el desarrollo de ese urbanismo orgánico, dinámico, fluido y complejo, que Carlos Raúl Villanueva logró alcanzar a través de su evolución arquitectónica, desde de la composición académica francesa hacia la construcción del espacio moderno tropical.
TEXTO CORTESÍA:
Arq. Maria Fernanda Jaua. Expediente de Postulación de la Ciudad Universitaria de Caracas a la lista de Patrimonio Mundial. Proyecto Ciudad Universitaria de Caracas-Patrimonio. 1999.
Selección de Imágenes: Luis Rafael Bergolla

:: Museo dee la Imágen y la Estampa


martes

Carlos CRUZ DIEZ, Comendador de la Orden de las Artes y las Letras
Carlos CRUZ DIEZ
recibirá el lunes 26 de noviembre, de manos del Embajador de Francia en Venezuela, la insignia de “Comendador en la Orden de Artes y Letras”, dicha orden ministerial creada en 1957 y mantenida por el General de Gaulle en 1963, recompensa a las personas que se han destacado por sus creaciones en el campo artístico o literario o por la contribución que han aportado en el campo de las Artes.
El 17 de agosto de 1923, nace en Caracas uno de los artistas plásticos más importantes de la historia contemporánea de Venezuela y de América Latina. Desde muy jóven fabrica juguetes y papagayos para sus amigos, vive en Sarriá y estudia en la Escuela de los Salesianos. Ingresa en la Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas de Caracas entre 1940 y egresa en 1945. En 1947 realiza su primera exposición individual en el Centro Venezolano-Americano. Se le otorgan los primeros premios a su creación artistica durante la primera mitad de los años 50. Entre 1955 y 1956 viaja a París y Barcelona para ponerse al día en la investigación sobre el color. Regresa a Venezuela y crea el “Estudio de Artes Visuales para las Artes Gráficas y el Diseño Industrial”. Se desempeña como sub-director y profesor de la Escuela de Bellas Artes de Caracas. En 1959 crea su primera “Fisicromía” y luego de exponer exitosamente en el Museo de Bellas Artes un conjunto de obras que se inscribían en la tendencia cinética, se marcha a París ciudad donde reside, compartiendo desde entonces su vida entre Francia y Venezuela. En 1961 descubre el pricipio del “Color Sustantivo” que luego aplicará en muchas de sus obras. Expone en Estocolmo, Amsterdam, Copenhague y Paris. En esta última ciudad integró el grupo Nouvelle Tendance que dio título a una exposición realizada en 1961 en Zagreb, Yugoslavia, y en la cual participó con sus “Fisicromías”. Entre 1972 y 1973 se desempeña como profesor en la Ecole de Beaux Arts de l’Université d’Enseignement et des Recherches-Paris I-La Sorbonne. Fue miembro del jurado para el Diploma de la Ecole Supérieure de Beaux Arts de Paris. También se desempeñó como profesor titular del Instituto Internacional de Estudios Avanzados (IDEA) como Director de la Unidad de Arte en Caracas. Es Presidente Vitalicio y Miembro del Consejo Superior de la Fundación del Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz-Diez de Caracas.

Entre algunas de las numerosas exposiciones a nivel nacional e internacional que ha realizado se encuentran: Museo de Bellas Artes en 1955 y 1960; Galería Signals London, Londres en 1965; Sala de Exposiciones de la Fundación Mendoza en 1966; Galería Conkright en 1967 y 1974; Galería Denise René en 1969, 1971, 1973 y 1975; II Festival Internacional de Royan, Francia en 1974 ; Museo de Arte Moderno de Bogotá, Colombia en 1975; Museo de Arte Moderno de México en 1976; Galería Arte Contacto en 1979; Casa de las Américas en La Habana, 1980; Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez de Porlamar en 1980; Museo de Arte Contemporáneo de Caracas en 1981; Grupo Li/Centro de Arte en 1996. Represento a Venezuela en la XXXV Bienal de Venecia, Italia en 1970. Entre 1983 y 1984 presentó la exposición « Didactique et Dialectique de la Couleur » en el Centro Noriot en Arras Francia, en Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela y en el Reading University en Londres. « Autonomie des Faber » en la Galeria Scholeller en Dusseldorf, Alemania en 1987. Invitado especial de la Bienal de Venecia en 1986. En 1990 y junto a su compañero Jesús Soto presentó la exposición « Aventuras de la optica » en Granada, España. Tuvo una restrospectiva de su obra desde 1954 a 1998 en el Museo de Arte Moderno Jesús Soto en Ciudad Bolívar. En el 2002 presentó una obra monumental en la Bienal de Sao Paulo y muy recientemente presentó una versión de la « Cámara de Cromosaturación » en la exposición « Utopias Invertidas » en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de Houston

Algunas de obras monumentales pueden ser admiradas en el Aeropuerto Internacional Simón Bolivar, Plafond Pasarele de la estación de Saint Quentin en Yvelines, Francia, Mural para la Plaza del Instituto de Investigación Cinetíficas (IVIC), « Columna Cromointerferente » en la Universidad de Villetaneuse, Paris ; « Ambientación Cromática » para las Salas de Máquinas de la Central Hidroeléctrica Raúl Leoni en la Represa del Guri, « Cilindros de Inducción Cromática » para Silos de Trigo en el Puerto de la Guaira, « Muro Cromointerferencia » en la Torre la Previsora, « Ambiente Cromático » en el Complejo Hidroeléctrico José Antonio Páez, « Fisiocromía » en el mural del Hall de entrada del Banco Central de Venezuela, « Transcromía » en la Torre Phelps, « Fisiocromía » en la fachada de l’Ecole Technique de Saint Priest en Lyon y en el Hall del Bureau Regional de Douai en Cambrai, Francia, « Ambientación Cromática » en las Torres de la Compañía Venezolana de Navegación ; « Fisiocromía doble faz » en el Parque de Esculturas de Seoul, Corea ; « Fisiocromía Monumental a doble faz » en el Parque Rey Juan Carlos en Madrid, España, etc.

Entre las principales premiaciones y condecoraciones recibidas: III Bienal Americana de Arte de Córdoba, Argentia ; Premio Internacional de Pintura en la IX Bienal de Sao Paulo, Brasil ; Premio Nacional de Artes Plásticas en 1971; Orden Andrés Bello en su Segunda Clase en 1973 ; Condecoración Orden Diego de Lozada en su Primera Clase en 1975 ; Premio Carlos Raúl Villanueva del XXXVI Salón de Arte Arturo Michelena en 1978, Orden Andrés Bello en su Primera Clase en 1981 ; Nombrado « Officier des Arts et des Lettres » en 1985. Orden Rectoral Alejo Zuluaga en su Primera Clase de la Universidad de Carabobo ; Orden Francisco Fajardo en su Primera Clase.

:: Carlos Cruz-Diez

:: Carlos Cruz - Diez...

PINCHE EN LA IMAGEN AZUL






























Carlos Cruz-Díez
(Venezuela, 1923)

Biografía: Pintor y profesor venezolano, cuyo arte arranca de un realismo social, y evoluciona hacia el geometrismo y la fenomenología del color. Formó parte del movimiento cinético. Nacido en 1923 en Caracas, estudia en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas (1940-45), donde se gradúa como profesor de artes manuales y aplicadas. En 1945 trabaja como diseñador gráfico de una multinacional petrolera y es nombrado profesor de la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, donde permanecerá hasta 1955. En ese tiempo supo compaginar la docencia con la dirección artística de una agencia publicitaria, y paralelamente desarrollar una obra artística marcada por el realismo social. Hacia 1954 abandona la figuración y empieza a investigar los fenómenos ópticos del color. Un año más tarde se traslada a España y vive hasta 1957 en la costa catalana, Masnou, donde lleva a cabo la serie Parénquima y Ritmos vegetales, consistentes en tramas de colores puros. Tras su regreso a Caracas, monta un Estudio de Artes Visuales dedicado a las artes gráficas y el diseño industrial, y prosigue sus investigaciones sobre la fenomenología del color. Trabajó como ilustrador del diario El Nacional de Caracas y desde 1960 fijó su residencia en París. Hasta 1961 en sus obras sólo utiliza el blanco, el negro, el verde y el rojo; su primera etapa está marcada por los conceptos de signos y ritmos dinámicos, cilindros coloreados y modulaciones ópticas. En la década de 1970 inicia las series: Color Aditivo, Fisiocromías, Inducciones Cromáticas, Cromointerferencias, Transcromías Aleatorias y Cabinas de Cromosaturación. Participó en la exposición Lumière et Mouvement, París 1967, junto a su compatriota Jesús Rafael Soto y el argentino Julio Le Park. Durante el viaje que hace ese mismo año a Venezuela, realiza un mural para la Universidad de Oriente, en Cumaná. En 1969, a la entrada del metro Odeón de París, realiza un laberinto de cromosaturaciones luminosas, en las que hace protagonista al peatón. Entre 1972 y 1980 imparte clases de técnicas cinéticas en la Sorbona, mientras inicia la serie Cromoprismas Aleatorios. En 1986 asume la dirección de la Unidad de Arte del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de Caracas. En sus cuadros el color y las formas geométricas cambian y vibran, según la luz y los desplazamientos del espectador. Las Fisiocromías que inició en 1959, constituyen los comienzos de sus experimentos basados en el cinetismo, y una etapa posterior a su abstraccionismo. Un paso más adelante son las Transcromías Aleatorias (1965), es decir el cambio de color en los ambientes, valiéndose de plexiglás colgado en largas tiras prendidas en un marco para determinar los espacios. Más adelante inventa las Cromosaturaciones (1967), que son unas cámaras o espacios saturados de diferentes colores que provocan en el espectador y actor ciertas reacciones psicológicas, de acuerdo con el estado anímico o la idiosincrasia del sujeto: frío, calor y angustia, entre otros. Al saturar el ambiente por medio del color el artista integra al hombre y lo hace partícipe de su obra. Junto a Soto son los dos máximos representantes venezolanos del arte cinético. Entre los numerosos premios que ha obtenido destaca, en 1967, el Premio Internacional de Pintura de la IX Bienal de São Paulo.

:: Museo de Arte Moderno Jesús Soto


En Ciudad Bolívar, entre la ciudad histórica y la nueva ciudad, se encuentra el Museo de Arte Moderno Jesús Soto. El Museo nace por el deseo de éste ilustre artista venezolano de promover el arte y la cultura en su tierra natal, llevando a una de las ciudades de mayor tradición en Venezuela, un museo realmente vanguardista de talla internacional, el cual no tiene nada que envidiar a museos de grandes ciudades cosmopolitas.