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En el segundo capítulo del libro Revelaciones , ensayos sobre literatura panameña e hispanoamérica, del profesor Pedro Correa Vásquez , encontramos un original esbozo del desarrollo de la literatura panameña desde la época de la conquista hasta nuestros días.
Reproducimos aquí, como introducción a la Página de Literatura panameña, algunos fragmentos de dicho escrito.


Introito

"Primero fue el hombre y luego la palabra. Primero fue la Palabra y luego la Poesía. Primero la poesía y luego la escritura. Teniendo en cuenta esta sucesión concatenada al revisar los textos de lo que es hoy la literatura Panameña, podrá verse claramente que si nuestro hombre aborígen, víctima directa de la conquista y la posterior colonización española, fue una especie de ser inocente y engañado, de igual manera nuestra literatura --y en especial nuestra poesía-- estaría vinculada a un origen de tal naturaleza."

Nuestra llamada literatura inicial es aquella que no se desprende de los moldes españoles, su modo de decir --su lengua-- es una importación sin pecados. Sin pecados porque una vez iniciado el proceso colonizador ya no sólo fueron absorbidas las influencias por una esfera tan especializada como es la de las letras (no olvidemos el legado del idioma) , sino también por el diario vivir. Resulta: en los mundos sometidos o la literatura --como el hombre es sometida (luego inauténtica) o se rebela dando lugar a una literatura de protesta, demandadora de justicia. Al principio padecimos lo primero. Más tarde, veremos, fue la rebelión.

Entonces esto. Nace una literatura con un sentimiento de "dependencia". Cuando en los países europeos, digamos por caso, se gestaba en el siglo XVIII un movimiento como el neoclásico, nuestra Panamá, que para ese entonces estaba lejos de ser República, no disponía de condiciones para reaccionar ante tales movimiento de Artes Mayores. En general, esos movimientos siempre llegaron tarde a la América Hispana. Así, nuestra poesía inicial es, ante todo, prestada importa forma y lenguaje. Y es posible llamarla nuestra sólo porque nació en tierras istmeñas. Este nacimiento es, creemos, la clave del desenvolvimiento de la ulterior literatura en Panamá. Valga este primer hito: luego de la no originalidad, el resentimiento que abrió paso en nuestra poesía a la palabra crítica. Pues no sólo la panameña, por definición las literaturas latinoamericanas han sido y son literaturas resentidas. Pasemos a las entrañas del asunto.