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Catedral de Curitiba, consagrada a la patrona de la ciudad, Nossa Senhora da Luz

La región de Curitiba comenzó a poblarse alrededor de 1630 (de media, mucho después que otras capitales pioneras), por habitantes venidos de Paranaguá, donde se había descubierto oro de aluvión, formando el poblado de Nossa Senhora da Luz e Bom Jesus dos Pinhais, que fue elevado a villa en 1693.[3] Sin muchos recursos minerales, la región hizo que muchos de los habitantes se desplazaran a Minas Gerais. Durante mucho tiempo, la villa no fue más del que un pasaje del transporte de ganado de los campos de Viamão, en Rio Grande do Sul, a Sorocaba, en el Estado de São Paulo. El desarrollo efectivo de Curitiba empezó a partir de comienzos del siglo XIX, con la explotación y exportación de la yerba mate, y la elevación al estatuto de ciudad, en 1842. En 1853, el sur y suroeste de la provincia de São Paulo se separan de esta, formando la nueva provincia del Paraná, de la cual pasó a ser capital Curitiba.
Desde
1867, Curitiba comienza a recibir oleadas de inmigrantes, en su mayoría polacos y italianos. Durante el siglo XX, especialmente en la segunda mitad, la ciudad pasa por un gran incremento demográfico y se consolida como núcleo regional de comercio y servicios, convirtiéndose en una de las ciudades más ricas de Brasil y pionera en soluciones urbanísticas.

Vista general de Curitiba en 1900, con datos de su progresión demográfica: 1780 (2.949 hab.), 1857 (10.000 hab.), 1858 (11.313 hab.), 1872 (11.730 hab.), 1890 (24.553 hab.), 1900 (50.124 hab.)

















Localización

Curitiba está localizada en el primer altiplano del Paraná, en su parte menos ondulada, denominado altiplano curitibano. Ocupa un espacio geográfico de 432,17 km² de área, en la latitud 25º25'40"S y longitud 49º16'23"W. El litoral del estado está a una distancia de 70 km de la ciudad (Océano Atlántico). El municipio tiene una extensión norte-sur de 35 km y una extensión este-oeste de 20 km. Sin embargo, Curitiba no se limita a su espacio, pues entabla lazos culturales con los pueblos de todos los continentes desde la llegada de los inmigrantes. Entre los más numerosos destacan los portugueses, italianos, polacos, alemanes, ucranianos, japoneses, sirios y libaneses. Tal peculiaridad da a Curitiba dos grandes características: de entrada, su atractivo carácter multicultural y cosmopolita y, en segundo lugar, ser el corazón de la Región Metropolitana, que actualmente está compuesta por 26 municipios.