En su formación histórica, la demografía de Curitiba es el resultado del mestizaje de las tres etnias básicas que componen la población brasileña: la indígena, la portuguesa y la negra. Más tarde, con la llegada de los inmigrantes, especialmente polacos, ucranianos, italianos, alemanes y japoneses, se formó un singular crisol de culturas, que caracteriza la población de la ciudad, sus valores y modo de vida.
InmigrantesEl proceso de desarrollo demográfico tanto de la ciudad como del municipio tuvo origen con el tropeirismo (caravanas) y con las oleadas migratorias iniciadas por portugueses, españoles y otros grupos étnicos, comos los gitanos, los judíos y los africanos. Después de ese periodo la ciudad recibió fuertes oleadas de inmigración europea, alemanes a partir de 1833; en 1871, los italianos; y por último, los polacos y ucranianos.[6] Actualmente la ciudad es el centro de la cultura polaca en Brasil. En 1876, existían en Curitiba veinte colonias agrícolas compuestas por varios grupos étnicos, que desempeñaban, además de la agricultura, otras profesiones. Son de destacar las colonias de inmigrantes japoneses y sirio-libaneses. Actualmente, ese proceso ha sido sustituido por las migraciones internas, oriundas principalmente de Santa Catarina, Rio Grande do Sul y Minas Gerais.
Plaza de Japón, monumento conmemorativo a la inmigración japonesa.