Los comienzos de la década de los cincuenta corresponden al desarrollo de las edificaciones de la Facultad de Humanidades (1954-1956). Este conjunto, conformado también por edificios bajos, de dos plantas, es un entramado donde los espacios internos y los patios abiertos se integran completamente. Las circulaciones son corredores que viven hacia los espacios interiores y exteriores. Las aulas se abren también completamente hacia fuera con amplias protecciones solares, logrando aquí una de las mejores interpretaciones modernas del patio y el corredor tradicional de la época de la colonial, materializando una arquitectura perfectamente adecuada a las condiciones climáticas venezolanas. Como en casi todas las zonas funcionales que integran el campus, aquí la biblioteca y el auditorio son piezas destacadas, de un gran valor formal y espacial. Los comienzos de la década de los cincuenta corresponden al desarrollo de las edificaciones de la Facultad de Humanidades (1954-1956). Este conjunto, conformado también por edificios bajos, de dos plantas, es un entramado donde los espacios internos y los patios abiertos se integran completamente. Las circulaciones son corredores que viven hacia los espacios interiores y exteriores. Las aulas se abren también completamente hacia fuera con amplias protecciones solares, logrando aquí una de las mejores interpretaciones modernas del patio y el corredor tradicional de la época de la colonial, materializando una arquitectura perfectamente adecuada a las condiciones climáticas venezolanas. Como en casi todas las zonas funcionales que integran el campus, aquí la biblioteca y el auditorio son piezas destacadas, de un gran valor formal y espacial.