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Expansión inca
Representación de Guamán Poma de Ayala sobre un enfrentamiento entre Indios de Chile (izquierda) y el capitán Apu Camac Inca
Durante su reinado, se realizó una expedición que inició recorriendo el Collao,
Cochabamba y Tucumán. De Charcas se dirigió al sur y conquistó a los diaguitas de los valles transversales y a los picunches, (grupo mapuche septentrional) que habitaban el Valle de Chile (el actual valle del Aconcagua o el valle del Mapocho) y algunas comarcas ubicadas al sur de él, fijándose así los límites del Imperio Inca, en una zona que convencionalmente los historiadores y la arqueología extienden hasta el río Maule.
El
Inca Garcilaso de la Vega en su libro Comentarios Reales de los Incas, el español Alonso de Ercilla en el poema épico La Araucana y los cronistas Vicente Carvallo y Goyeneche y Jerónimo de Vivar, relatan la expedición Inca hacia el río Maule y su encuentro con los promaucaes. Los incas sometieron algunos pueblos del Valle de Chile quienes les pagaron tributos. En esta campaña al sur se libró una guerra entre 20.000 incas de Yupanqui y 20.000 mapuches, al sur del Maule. El subgrupo picunche conocido como promaucaes por los españoles, enterados de la venida de los Incas se aliaron con los subgrupos Antalli, Pincu y Cauqui. Los incas enviaron parlamentarios para que los promaucaes reconocieran al Túpac Inca Yupanqui como soberano. Los incas llamaban promaucaes o purumaucas o purum aucca, a las poblaciones que no estaban sometidas a su imperio.
Los
promaucaes decidieron dar batalla y se enfrentaron por tres días con los incas. Se conoce este suceso como Batalla del Maule[27] . El enfrentamiento produjo gran cantidad de muertos en ambos bandos, sin que ninguno de los ejercitos resultara vencedor. Al cuarto día decidieron no enfrentarse. Los promaucaes se retiraron del campo de batalla cantando victoria. Los incas evaluaron perseguirlos para continuar con la batalla o asegurar lo que ya habían conquistado. Finalmente decidieron no continuar la conquista, sino fortalecer sus posiciones y administrar los territorios ya conquistados, donde los nuevos pueblos vasallos aceptaron de buen grado el dominio y obtuvieron ventajas de él.
Aunque la arqueología no ha comprobado que haya existido una presencia Inca al sur del Río Maule, también cabe mencionar que existen algunas crónicas españolas que indicarían que en esta expansión u otra posterior, se habría producido una hipotética última expansión o invasión más al sur, hasta el río Biobío; la que habría sido realizada por fuerzas incaicas durante el gobierno de Túpac Inca Yupanqui, o de Huayna Cápac Inca Yupanqui. Las crónicas mencionadas son el Informe de
Miguel de Olaverría, p. 24 : «Conquistaron, los peruanos, y sujetaron todos los indios que había hasta el gran río de Biobío (VIII región de Chile), como hoy se ve haber llegado hasta el dicho río por los fuertes que hicieron en el cerro del río Claro, donde pusieron y tuvieron frontera a los indios del estado (de Arauco) con quienes tuvieron muchas batallas»; y la crónica del padre Anello Oliva en su "Historia del Perú" (publicada en una traducción al francés) «qu'il soumit jusqu'a la vallée d'Arauco, où il passa l'hiver, après y avoir fait construire quelques forts. Il soumit ensuite les provinces de Chillhue et de Chillcaras que (sometió hasta el valle de Arauco, donde pasó el invierno, después haber habido construir algunos fuertes. Sometió a continuación las provincias de Chillhue y de Chillcaras)». Sin embargo, los historiadores indican que la historia de las conquistas de los incas en el territorio chileno más alla del río Maule, referida en su conjunto, solo se basan en lo indicado por cronistas que realizaron crónicas escritas generalmente con poco discernimiento y que raras veces se concuerdan entre sí. [28]
Las crónicas mencionan que luego por los años de 1520, cuando falleció el inca
Huayna Cápac, y sus dos hijos, Huáscar y Atahualpa, se disputaron el Imperio en una encarnizada guerra civil, hizo que se debilitara el ejército Inca en territorio mapuche; lo cual los habría forzados a abandonar sus posiciones y a replegarse al norte para defender en mejores condiciones su territorio conquistado.