La influencia europea pudo entreverse en la ciudad de Manaus, sobre todo en su arquitectura y el estilo de vida, haciendo del siglo XIX la mejor fase económica vivida por la ciudad. La región amazónica era responsable, en esta época, por casi el 40% de toda las exportaciones brasileras. Los nuevos ricos de Manaus convirtieron esta ciudad en la capital mundial del comercio de diamantes. Gracias al caucho, la renta per cápita de Manaus era dos veces superior a la que tenía la región productora de café (São Paulo, Río de Janeiro y Espírito Santo)
Genocidio y esclavitud por causa del cauchoDurante la primera fiebre del caucho, los territorios amazónicos estaban habitados en su mayor parte por etnias indígenas. La llegada de colonizadores en busca del preciado caucho a estos territorios causó un choque cultural con los nativos que en la mayoría de los casos desembocaron en torturas, esclavitud y masacres.
Fin del monopolio amazónico del caucho Cuando la línea férrea Madeira-Mamoré, fue concluida en 1912 era muy tarde: La Amazonia ya estaba perdiendo la primacía del monopolio de producción porque los árboles del caucho plantados por los ingleses en Malasia, Ceilán y en el África sub-sahariana, con semillas extraídas ilegalmente de la propia amazonia, pasaron a producir látex con mayor eficiencia y productividad. Consecuentemente, los menores costos de producción se reflejaron en el precio final, lo que les permitió asumir el control del comercio mundial del producto.
El caucho proveniente de la Amazonia, pasó a tener un precio poco competitivo en el mercado mundial, reflejándose en el estancamiento de la economía regional. La crisis del caucho se profundizó por la falta de visión empresarial y gubernamental que se vio reflejada en la ausencia de alternativas que posibilitaran el desarrollo regional, lo que causó el ocaso de las otrora prósperas ciudades amazónicas.
Malasia, que investigó técnicas de extracción y siembra de árboles de caucho fue la principal responsable por la pérdida del monopolio cauchero de la región amazónica.
Además del ferrocarril Madeira-Mamoré y las ciudades de Porto Velho y Guajará-Mirim que dejó como herencia este apogeo, la crisis económica por el final de la fiebre del caucho, dejó marcas profundas en toda la región amazónica: el desplome del ingreso en los estados, alto índice de desempleo, éxodo rural y urbano, estáncias y mansiones completamente abandonadas y principalmente, la total ausencia de esperanzas dentro de la población que decidió permanecer en la región.
Muchos de los trabajadores de las zonas caucheras, desprovistos de las ganancias de la extracción, se establecieron en la periferia de Manaus y otras ciudades en busca de mejores condiciones de vida. Allí, por falta de un lugar para vivir, comenzaron a partir de 1920, la construcción de una "ciudad flotante", que se consolidaría en la década de 1960.
Ante esta crisis, el gobierno central de Brasil, creó una institución con el objetivo de controlar la crisis, llamado Superintendencia de Defensa del Caucho, pero resultó ineficiente y no consiguió solucionar la crisis, siendo, liquidada no mucho tiempo después de su creación.
En la década de 1930, Henry Ford, el pionero de la industria norteamericana de automóviles, emprendió la tarea de sembrar árboles del caucho en la Amazonia, con técnicas de cultivo y cuidados especiales, pero la iniciativa no tuvo éxito ya que la plantación fue atacada por una plaga que afectó las hojas de los árboles.
La segunda fiebre del caucho: 1942-1945 La Amazonia viviría otra vez el áuge del caucho durante la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, no duró mucho tiempo. Debido a que las fuerzas japonesas lograron dominar militarmente el Pacífico Sur durante los primeros meses de 1942 e invadieron Malasia, el control de las zonas caucheras de Asia pasó a manos niponas, lo que dio como resultado la pérdida por parte de los países aliados del 97% de la producción de caucho asiático.
Malasia, que investigó técnicas de extracción y siembra de árboles de caucho fue la principal responsable por la pérdida del monopolio cauchero de la región amazónica.
La fiebre del caucho convirtió las ciudades amazónicas en prósperos centros económicos y culturales. Teatro Amazonas de la ciudad de Manaus