Clima y vegetación Se observan climas y paisajes contrastados principalmente según la altitud: en la región occidental (la más elevada) predomina un clima árido y frío con bruscas variaciones térmicas entre el día y la noche (e incluso si se pasa de un lugar asoleado a un lugar bajo sombra), durante el siglo XX la desertificación se ha agravado quedando la vegetación natural casi reducida a manchones de plantas xerófilas y psamófilas como la achaparrada tola que forma "colchones" o los grandes cactos llamados cardones, en la Puna y en las quebradas más secas se encuentran remanentes de un antiguo bosque de árboles bajos (churquis y queñoas), en la zona de los valles Calchaquíes apenas quedan vestigios de los densos bosques de algarrobos criollos (o “tacos”). En la zona de los valles latitudinales, los vientos húmedos del Océano Atlántico señalan una transición hacia el clima tropical húmedo, formándose en las laderas orientales una densa nimbosilva y pluvisilva que corresponde al bioma de yungas, con una enorme variedad de especies, entre las que se destacan los jacarandás (o tarcos), tipas, cebiles, molles, zapallos caspis, urundeles, guayabos etc, mientras que el este, ya en la región del Chaco Salteño se forman bosques de árboles caducifolios adaptados a las alternancias estacionales de sequías (en invierno) y “temporada lluviosa” (en verano) con ejemplares de chañares, lapachos, quebrachos, guayacán, yuchán, ñandubay, vinal y palmeras (“palmas”) como la timbó y caranday.
Valles Calchaquíes, en cercanías de Cafayate
En algunas regiones de Salta, en particular en las yungas, es común la práctica de la desforestación para la utilización agrícola de las tierras.[9] Por este motivo, algunas organizaciones ecologistas en Argentina actualmente buscan la creación de leyes que regulen la utilización de las zonas selváticas a nivel nacional.[10